Enrique de Artois (1820-1883), conocido como el Conde de Chambord y por sus seguidores como Enrique V, fue un importante personaje en la historia de Francia y, indirectamente, en la de Rennes-le-Château. Nieto de Carlos X, Enrique era un miembro destacado de la rama de los Borbones y fue apoyado por los «legitimistas», un grupo monárquico que buscaba su ascenso al trono francés. A pesar de tener el apoyo de los monárquicos, sus intentos de asumir el trono no tuvieron éxito, en gran parte debido a sus inclinaciones absolutistas que generaron descontento tanto entre los republicanos como entre los monárquicos moderados, quienes temían un regreso al Antiguo Régimen.
El Conde de Chambord mantuvo una actividad política significativa, especialmente durante la guerra franco-prusiana que terminó en 1871 y que llevó a la instauración de la Tercera República Francesa. A pesar de tener una mayoría monárquica en el Parlamento, la intransigencia absolutista del Conde de Chambord hizo imposible su ascenso al trono, fortaleciendo a los republicanos y sentando las bases para la Tercera República Francesa. Enrique de Artois falleció en 1883 en el castillo de Frohsdorf sin haber tenido hijos, marcando el fin de sus aspiraciones monárquicas.
Su conexión con Rennes-le-Château y Bérenger Saunière, el párroco del lugar, es indirecta pero significativa. La viuda de Enrique de Artois, María Teresa de Austria, Condesa de Chambord, realizó una donación a Saunière de tres mil francos al salir de su retiro impuesto de 6 meses en el seminario de Narbonne, una cantidad bastante importante para la época. Este vínculo financiero entre la Condesa de Chambord y Saunière ha generado mucho interés y especulación sobre la naturaleza de su relación y los posibles motivos detrás de esta donación.
Además, la conexión entre Saunière y el entorno del Conde de Chambord pudo haberse establecido a través de Alfred Saunière, hermano de Bérenger.