Una de las cuestiones insorteables – que por pura conveniencia – no mencionan nunca los que postulan a favor de la existencia de una vinculación masónica de la iglesia de Rennes-le-Château, y que es algo obvio e innegable como es la existencia de los escudos que vemos en la puerta de entrada.
En el lado izquierdo tenemos el escudo del Obispo Billard, en el centro el del Papa León XIII y a la derecha, en un estado deplorable, el escudo del Obispo Leuillieux.
Tanto el Obispo Billard como el Papa León XIII fueron reconocidos antimasones en su época, León XIII publicó en 1884 la encíclicia Humanum Genus, un alegato contra la masonería del cual se hicieron eco aquellos católicos más fervorosos como era el caso del Obispo Billard, cabeza de la Diócesis de Carcassonne quien realizó poco después una carta pastoral exclusivamente contra la masonería y reafirmando lo dicho por el papa en su encíclica. El tercer escudo, perteneció al Obispo Leuillieux, quien fue reconocido por su apoyo a la causa Boulangista, un movimiento político de finales del XIX, con una ideología monárquica, católica y militar. Sin duda existe alguna buena razón para que Bérenger Saunière pagara dinero aun obrero para esculpiera en piedra y colocara esos escudos a modo de homenaje en el frontal de la entrada de la iglesia.
